Producción griega, ambientada en los años ’60, que cuenta la historia
de “Fanis” (Georges Corraface), que prepara la visita de su abuelo desde
Estambul.
Desde siempre, “Fanis” se ha conectado a través de la cocina con su
infancia en esa ciudad turca que alguna vez fue llamada Constantinopla por
los griegos, en donde su abuelo tenía una tienda de especias y con quien
aprendió el arte de la cocina, pero que tuvo que abandonar cuando los
griegos fueron exiliados por los turcos. “Fanis” utilizará estos
conocimientos para condimentar la vida de quienes lo rodean y también,
para hacer más digeribles los contratiempos que depara la existencia. Sin
embargo, en este viaje de regreso a su infancia, a sus olores y
percepciones, a sus memorias y colores, se dará cuenta de que ha olvidado
agregar un poco de sal y un toque de sabor a su propia vida.
Temas como la deportación de la comunidad griega de Estambul, el
desarraigo, los preámbulos de una boda bajo las costumbres griegas y los
intentos de los padres de “Fanis” por encauzar su vida, hacen de
esta película una atractiva invitación a internarse en un mundo cargado de
nostalgia y sabores agridulces.