LA VIDA DIARIA EN LA ANTIGUA GRECIA

La vida cotidiana de la Antigua Grecia son las rutinas diarias de los habitantes, en las que pueden incluirse las actividades familiares realizadas en el interior de las casas, los oficios, el comercio, la educación, el entretenimiento y las creencias religiosas.

Estos detalles se conocen a través de diversas fuentes, como hallazgos arqueológicos de objetos de uso cotidiano, descripciones en obras literarias o representaciones de escenas cotidianas en piezas de cerámica.

A pesar de la modestia en la que vivían muchos griegos, estos tenían un especial cuidado por su higiene personal. Desde el periodo arcaico, desde niños aprendían a nadar y se bañaban en ríos y en el mar.

En las casas, los esclavos vertían el agua sobre sus señores, que permanecían dentro de un recipiente de cerámica o metal. Un agujero en el fondo del recipiente servía de desagüe. También surgieron los baños públicos, lugares de encuentro y discusión, solo para hombres, porque las mujeres no concurrían a ellos. Como comían con las manos, se las lavaban antes de comer y luego se las solían limpiar con migas de pan. Solían hacer sus necesidades al aire libre, aunque a veces se empleaba una especie de inodoro denominado amis y también existían orinales infantiles

En la Antigua Grecia los encargados de hacer la compra eran los hombres, en el ágora, acompañados por un esclavo. En cambio, las que solían desplazarse a las fuentes a por agua eran las chicas jóvenes o las esclavas. Entre los alimentos que se consumían se encontraban verduras, hortalizas, frutas, ensaladas, harina, pan —más habitual de cebada que de trigo—, legumbres, gachas de cebada, leche, queso, carnes, pescados y dulces. La carne se solía cocinar asada o hervida; el pescado, asado, estofado o frito; las verduras también se asaban a menudo. El vino, que a veces se mezclaba con agua y con miel, solía tomarse al final de la cena. Para aderezar la comida se empleaba sal, plantas aromáticas, vinagre y aceite. Las mujeres, ayudadas por esclavas, eran las encargadas de guisar, aunque a partir del periodo helenístico, algunas casas contaban con un cocinero.

Con respecto a la iluminación, solían aprovechar la luz solar todo lo posible, por lo que se ponía especial atención en una adecuada orientación de las habitaciones de las casas. Cuando era necesario, empleaban antorchas de madera llena de resina que colocaban en antorcheros, a veces de bocas múltiples para ampliar la luz que requerían las estancias grandes. Por otra parte, también había candiles y velas de cera.

Los muebles se realizaban con materiales como la madera y el cuero. Se podían encontrar diversos destinados a guardar ropas y objetos de valor —cofres, arcones, cajas de madera o de cerámica—, junto a sillas, divanes, mesas y camas. Las camas de matrimonio eran mucho más elaboradas que las sencillas camas donde dormían jóvenes y esclavos

La recogida de la oliva, que se realizaba a mano o con un bastón, tenía lugar desde finales del otoño hasta principios del invierno. Luego las olivas se colocaban en cestas y se dejaban fermentar antes de ser prensadas. El aceite se conservaba en vasijas de terracota. En otoño también se cortaba madera para preparar leña. Otoño era también la época de la vendimia. Los racimos son estrujados con los pies en grandes tinas y el mosto se dejaba fermentar en tinajas. También se preparaba la tierra para sembrar, deshaciendo la costra reseca que se había formado durante el verano en las tierras de barbecho. Esto se hacía en tres pasos: se araba la tierra con el arado de madera, ya que el arado con reja de hierro no era habitual. Una azada de dos dientes y un mazo completaban el equipo necesario para romper los terrones y preparar la tierra. Se sembraba a continuación con la técnica de a voleo (repartiendo las semillas en los surcos con la mano), en el barbecho del año anterior.

FUENTE:  EXTRACTO DEL PORTAL EN INTERNET DEL SITIO WEB ES.WIKIPEDIA.ORG , SOBRE VIDA COTIDIANA EN LA ANTIGUA GRECIA.