LA MAGNA GRECIA EN EL SUR DE LA PENÍNSULA ITÁLICA

La magna Grecia en el sur de la península itálica: 

Los griegos eran un pueblo de navegantes. Por ello, cuando decidieron abrirse y expansionarse, lo hicieron hacia el mar. Poco numerosos y con medios limitados, pero con un inigualable espíritu de aventura y una tenacidad y destreza extraordinarias, lograron establecerse en los cuatro confines del Mediterráneo, del que durante siglos fueron prácticamente dueños. En este proceso, los territorios colonizados del sur de la península italiana y Sicilia constituyeron un “nuevo mundo” próspero y civilizado, que conoció un esplendor económico y artístico comparable al de la metrópoli.

Aunque protagonizaron algunos movimientos colonizadores previos, el gran empuje se produce a partir del siglo VIII a. C. Los primeros que se lanzan a la aventura colonial son los ciudadanos de Calcis y Eretria, en la isla de Eubea, que en el año 770 a. C. fundaron Pitecusa. En las siguientes décadas tuvo lugar una intensa actividad fundacional, que dio como resultado el surgimiento de un gran número de ciudades en las costas del sur de la península italiana y en la parte oriental de Sicilia.

Las causas por las que los griegos emprendieron la colonización siguen suscitando controversia. Para unos, la razón fundamental fue la necesidad de buscar una salida al exceso de población. Afectaría a sus ciudades debido a un crecimiento demográfico, acaecido a principios del milenio I a. C., que no podrían absorber por la escasez de recursos agrícolas. Para otros, la motivación era claramente comercial. Se apunta también como causa la conflictividad social y las tensiones políticas, que se habrían agudizado en esta etapa y dado lugar a grupos disidentes que posiblemente se vieron obligados a abandonar sus ciudades. Lo más probable es que se produjera una conjunción de todos estos factores.

Un grupo de habitantes de una ciudad (en ocasiones de dos o más), al frente de los cuales se encontraba un miembro de una familia notable, el oikistés, partía hacia el emplazamiento del futuro núcleo urbano, la apoikia, o colonia. En su elección habían tenido en cuenta su situación en las rutas de navegación, la existencia de un puerto natural, la disponibilidad de tierras fértiles y materias primas y, a menudo, el consejo dado por los oráculos.

FUENTE:  EXTRACTO PARCIAL DEL PORTAL EN INTERNET LAVANGUARDIA.COM .