CONFERENCIA /  ALEJANDRO MAGNO 7A. PARTE: MUERTE, DIVISIÓN DEL IMPERIO Y HELENISMO / PROFESORA EVA TOBALINA / LINK MES DE OCTUBRE 2023

La misteriosa muerte de Alejandro Magno

El 3 de junio del 323 a.C. falleció, como consecuencia de una enfermedad, Alejandro Magno, también conocido como Alejandro de Macedonio o Alejandro el Grande. Emperador del imperio más grande de la Antigüedad que comprendía Macedonia, Gracia, Persia, Egipto e India. Hijo de Filipo II y Olimpia de Epiro, falleció con tan solo 32 años.

Siempre ha resultado un misterio aquella enfermedad que le provocó la muerte. Si su figura ha fascinado durante generaciones, también su muerte. El joven Alejandro Magno se educó con Aristóteles. A los 20 años se convirtió en Rey de Macedonia, después de que su padre fuera asesinado por un miembro de su corte. Con la llegada de Alejandro magno al poder se dio inicio a lo que se conoce como cultura helenística.

Una muerte misteriosa

Decíamos antes que Alejandro Magno murió como consecuencia de una enfermedad que ha sido uno de los grandes misterios de la Antigüedad. Las crónicas de la época nunca mencionaron qué enfermedades endémicas había en la zona. En el momento de fallecer estaba en el palacio de Nabucodonosor II en Babilonia. Estando ahí enfermó y murió al cabo de una semana.
A partir de ese momento hasta el día de hoy se han barajado varias teorías. Desde intoxicación, gripe, malaria o fiebre tifoidea. En fechas recientes John S. Marr y Charles H. Calisher han dicho que Alejandro Magno pudo morir como consecuencia de una encefalitis producida por el virus del Nilo. Como apuntan «el virus está albergado principalmente en las aves, siendo los mosquitos los que lo transmiten de un individuo a otro, o de una especie a otra, pudiendo en ocasiones transmitirlo a los humanos o caballos y otros équidos».
Lo vincularon a los cuervos, porque son susceptibles a este patógeno. De ahí el ejemplo que hemos puesto de Plutarco, pue se supone que ese relato es el origen de la enfermedad. Así como las aves lo pueden transmitir a otras aves y mosquitos, el hombre y los caballos no lo pueden hacer. Si hablamos bacteriológicamente, para el virus es mejor infectar a aves pues en personas queda cortada su reproducción.

Los dolores y síntomas que sufrió antes de morir encajaban en un envenenamiento o malaria

Algunos autores no han estado de acuerdo, pues consideran que los efectos es como una gripe leve, sin provocar la muerte. Otra realidad acabó con esta hipótesis. El virus apareció en una horquilla que va del año 1043 al 1274. Eso significa que apareció unos mil años después de la muerte de Alejandro Magno.
Otra teoría la ha proporcionado la doctora Katherine Hall. Por los cronistas de la época se sabe que el 3 de junio fue Alejandro Magno a un banquete. Ese fue su último evento público. De ahí que creyeran que la planta ballestera era el origen de su envenenamiento. Los dolores y síntomas que sufrió antes de morir encajaban en un envenenamiento o malaria.

Para Hall Alejandro Magno no había muerto, sino que se le ralentizo el latido y la respiración hasta morir

También apunta Hall podía haber sido el síndrome de Guillain-Barré. Una enfermedad producida por una bacteria –campylobacter yejuni– que se encuentra en la carne de ave poco cocinada. En concreto lo vinculan con el pollo. Esta bacteria afecta al sistema nervioso central, provocando la muerte. Las crónicas dicen que Alejandro Magno sufrió una parálisis ascendente, de los dedos de los pies hacia arriba. Al morir estuvo seis días incorrupto y en ese momento empezó a descomponerse. Para Hall Alejandro Magno no había muerto, sino que se le ralentizó el latido y la respiración hasta morir. Es como si hubiera quedado cataléptico y sus constantes fueran disminuyendo, a medida que pasaban los días, hasta morir.
Sea como fuere, su muerte aún sigue siendo un misterio y lo seguirá siendo hasta que no se encuentre su tumba, presuntamente en Alejandría, y se puedan analizar sus restos mortales que, como explican las crónicas, fue momificado y enterrado de una manera fantástica, colocándose un vidrio sobre su tumba para que se pudiera ver su cuerpo momificado. Augusto lo vio en el año 30 a.C. y es la última reseña que tenemos de la tumba y cadáver de Alejandro Magno.

FUENTE:Portal en Internet del sitio Web eldebate.com